La misión vital de cada ser humano, sin haber sido impuesta o elegida por nadie es tan solo vivir como Dios lo creó con su gran potencial de amor. Que cada ser humano debe de manifestar la Voluntad de Dios, pues claro que sí, pero la Voluntad de Dios es que seas tú mismo o tú misma mientras vivas en la Tierra.
Lo anterior citado también es algo natural en el ser humano, no es nada excepcional, aunque éste se empeñe en seguir viviendo de forma antinatural, sufriendo, enfermando y muriendo. Es como si el papayero quisiera dar plátanos, algo imposible. El ser humano es un árbol natural de amor, y por lo tanto su ambiente natural y sus frutos deben de ser de amor.