Quizás por ignorancia, quizás por inseguridad crónica, quizás por el engaño al que el ser humano ha sido sometido por los seres negativos, éste se cree pequeño, insignificante, sin poder alguno sobre su vida, y por eso cree que seres exteriores a él (ángeles, arcángeles), son superiores y perfectos, cuando Dios mismo le dio poder, por lo menos, sobre todas las energías del planeta Tierra.
Sabemos que el ser humano, en su inseguridad, le pide hasta a santos, maestros ascendidos y no tan ascendidos, sacerdotes, y demás, porque se ha olvidado, o mejor dicho, lo han hecho olvidar el potencial tan grande que posee. De hecho, los seres espirituales negativos si son conscientes del poder del ser humano y por eso lo han "educado" a sentirse insignificante, y así poder manipularlo.
El día que nos desencarnemos veremos la poca luz, la pequeñez en la que se han convertido esos ángeles rebeldes comparados con nosotros.