viernes, 13 de febrero de 2015
La felicidad del sanador
No creas nunca que lo que sientes de los demás es tuyo y que te estás enfermando o volviéndote loco.
Piensa que solo sientes como está el mundo. Tu felicidad reside más adentro de tu alma, en otra dimensión más profunda que en la dimensión donde sientes las energías de las almas enfermas de los demás.
Tu felicidad reside en que sabes quien eres, conoces la verdad, y además trabajas para Dios.